Una persona que tenga 60 días o más en el desempleo, y que haya aportado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al menos 24 meses -no necesariamente consecutivos- tiene dos opciones de ingresos para afrontar este bache económico. 

Se trata del seguro de desempleo o la cesantía. El primero consiste en un pago mensual que se entrega por cinco meses, mientras el afiliado consigue un nuevo empleo.

Mientras que la cesantía corresponde a los ahorros que ha logrado acumular en la seguridad social un empleado durante su vida laboral.

Antes de tomar una decisión, en caso de haber quedado en el desempleo, es importante que el afiliado conozca las diferencias entre cada uno y los requisitos que solicita el IESS.