Domingo, 24 de diciembre de 2023
Leyenda Urbana

Fiscal Diana Salazar golpea a la mafia; Jorge Glas se refugia

Thalía Flores y Flores

Thalía Flores y Flores

Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC de España.

Actualizada:

19 Dic 2023 - 12:22

Cuando Vito Corleone, en la película El Padrino, dirigida por Francis Coppola, le dice a su hijo Sonny que “un abogado con su maletín puede robar más que cien hombres armados”, el público se asombra y murmura. En el Ecuador del siglo XXI lo dicho por el capo parece la metáfora de las acciones de fiscales, jueces, policías, abogados, autoridades y altos funcionarios judiciales, y eso provoca conmoción general.

Don Corleone es un personaje de ficción creado por el escritor ítalo-estadounidense Mario Puzo, inspirado en algunos capos de la mafia del crimen organizado como Frank Costello, en Estados Unidos de inicios del siglo XX. Los nombres y apellidos que con valentía ha mencionado la fiscal general del Estado, Diana Salazar, para identificar a los involucrados en una operación antimafia, son de personas reales, algunos de los cuales, incluso, han desempeñado funciones tan estratégicas como la jefatura antinarcóticos, la dirección de las cárceles o la presidencia del mismísimo Consejo de la Judicatura, el órgano de administración y disciplina de la justicia.

Tras el operativo Metástasis, Ecuador vive momentos sin precedentes; la gente se pasa horas enteras leyendo asombrada las conversaciones entre jefes mafiosos o entre un capo y diversas figuras del país, en los chats que ha liberado la Fiscalía para conocimiento público, de la información extraída de los teléfonos recogidos en la celda de Leandro Norero, luego de su asesinato en octubre de 2022.

El golpe propinado a la mafia ha producido en la política nacional efectos impensables, hasta días atrás, como la resolución de apoyo al trabajo de la fiscal general y su equipo, por parte de la Asamblea Nacional, que, con 74 votos de los 126 legisladores presentes, arrinconó al correísmo porque sus votos en contra no impidieron el resultado deseado.

Al correísmo le está yendo mal desde que su líder quedara expuesto ante la faz del país al haber oficiado de “campana”, alertando en sus redes, con horas de anticipación, que se venía el mega operativo, lo que provocó la fuga de siete involucrados.

La defensa a ultranza de Wilmar Terán desde la Revolución Ciudadana, comenzando por Correa, ha puesto al descubierto los entronques de la política con la justicia; mientras que la campaña internacional para descalificar la acción de la fiscal, en la que ha participado el Grupo de Puebla, que reúne al Socialismo del Siglo XXI de la región, ha causado asombro, porque lo que ha hecho Diana Salazar es comandar una operación quirúrgica en contra del crimen organizado, cuya cabeza visible es Leandro Norero, peligroso narcotraficante asesinado un año atrás, en la cárcel de Latacunga, y en cuyo domicilio, en Samborondón, encontraron nada menos que seis millones de dólares en efectivo, así como miles de euros, lingotes de oro, decenas de relojes de alta gama y costosas piezas de arte.

El operativo Metástasis que ha sacudido la conciencia nacional, por los distintos nexos de amistad y cercanía de Norero que han sido revelados, dejará muertes políticas en el camino, cuando los involucrados y sus abogados, desesperados por defenderse ante la justicia que corrompieron, se acusen unos a otros, y nuevos hechos horrendos salgan a la luz.

En el Consejo de la Judicatura el operativo ha supuesto un cambio en su correlación de fuerzas, al haber asumido la Presidencia, de manera provisional, el Dr. Álvaro Román, lo que anticipa que el concurso para elegir jueces de la Corte Nacional será anulado, ya que sería un suicidio ético proseguir con el mismo, no solo porque quien lo conducía guarda prisión preventiva, sino por el contundente informe de la Misión Internacional de Observación que señaló anomalías insalvables, y por la petición expresa del presidente de la Corte Nacional, Iván Saquicela.

Para el Gobierno de Noboa el operativo Metástasis podría ser la gran oportunidad para liberarse del pacto inadmitido con el correísmo en la Asamblea, porque al haber colaborado con el contingente policial y de agentes para los allanamientos, en los que participaron 900 funcionarios; y, al haber removido, previamente, a la cúpula de la Policía, se ha unido a la lucha contra la corrupción y la impunidad, lo que le ubica en la orilla opuesta a la de sus aliados políticos de ocasión.

Y porque nadie garantiza que la Revolución Ciudadana frenará su obsesión de enjuiciar y destituir a la fiscal Salazar y, al no conseguirlo, convierta al Gobierno de Noboa en su nuevo enemigo, cuyo fracaso buscará, por lo que es mejor neutralizarlo a tiempo.

El Gobierno tampoco puede olvidar que fue el embajador de Estados Unidos, representante de un país amigo y aliado en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, quien, solo unos días antes, hizo unas declaraciones contundentes sobre el nivel de penetración del narcotráfico en varios estamentos, hasta configurar verdaderas mafias, en espacios esenciales de la sociedad.

Y que Estados Unidos tiene muy claro quién está a favor y quién en contra en esta cruzada.

Carondelet debe moverse con astucia y talento en las arenas movedizas de la política y los grandes intereses que están en juego, para evitar que la gente comente que hizo bien al apoyar el operativo Metástasis; pero actuó mal al dejar que Jorge Glas ingresara a la Embajada de México, dejando en evidencia que no lo vigilaban, después que la Corte Constitucional se pronunciara sobre los hábeas corpus, lo que suena a negligencia.

Semejante despiste que permitió que Glas ingresara a la embajada de México, cuando la Fiscalía había pedido que sea llevado para declarar en el caso de peculado por la reconstrucción de Manabí, luego del terremoto, ha llevado a conjeturar si acaso no fue premeditado porque le interesa mantener la alianza en la Asamblea, en instantes que Correa ha comenzado a criticar ciertas declaraciones y decisiones del presidente de la República.

Para Noboa se anticipan momentos delicados porque podría ser que el Gobierno de López Obrador otorgue asilo a su actual “huésped”, y el Gobierno ecuatoriano no le extienda el salvoconducto, lo que supondrá una larga estancia de Glas en la legación diplomática de un país aliado ideológico suyo, lo que lleva a intuir que quizá fue eso lo que buscaba Glas que preferirá la Embajada a la fría cárcel de Latacunga. ¡En fin!

El golpe que la fiscal Diana Salazar ha propinado a la mafia ha sacudido al Ecuador, que vive momentos convulsos, con hechos que para Mario Puzo serían oro puro para un nuevo libro sobre otro Corleone; solo que esta vez no sería ficción.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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