La FIFA abrió un proceso disciplinario contra la federación brasileña (CBF) y la argentina (AFA) después de los enfrentamientos entre aficionados que retrasaron casi treinta minutos el inicio del partido de Eliminatorias, disputado el martes 21 de noviembre.
FIFA reprocha a Brasil, anfitrión del partido en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, por una "potencial violación del artículo 17" de su código disciplinario, que regula el orden y seguridad de los partidos.
Por su parte, los argentinos, que le dieron a los brasileños su primera derrota como locales en la historia por Eliminatorias, responderán a posibles infracciones de los artículos 17.2 (comportamiento inapropiado de aficionados) y 14.5 (inicio de partido retrasado).
Las dos selecciones se arriesgan a multas y a partidos internacionales con cierre parcial o total de sus estadios, las dos sanciones más comunes.
El martes, antes del partido de Eliminatorias, los argentinos volvieron a los vestuarios cuando una pelea estalló en las tribunas y tuvo que ser reprimida por una intervención de la policía.
El equipo argentino volvió una vez que la situación se calmó en las tribunas, y el silbido inicial sonó con media hora de retraso.