Las pantallas táctiles, las baterías o las antenas para captar la señal Wifi usan metales muy codiciados y escasos, como el níquel y litio.
Los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta indispensable para el trabajo y la educación, mucho más durante la pandemia. Se estima que a escala mundial el 60% de la población cuenta con un smartphone.
Además, sin importar si el dispositivo móvil es de Apple, Samsung o Huawei, el 80% de los componentes de los teléfonos son los mismos, y en total cada móvil está formado por 70 elementos químicos.
La mezcla de materiales varía desde metales comunes como cobre y zinc, metales preciosos como el oro y el platino, hasta elementos exóticos como las tierras raras (17 elementos químicos) y el germanio.
Pero, al menos 14 de los metales más importantes para construir estos dispositivos se consideran en riesgo debido a su escasez geológica, según un informe de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
Pantalla táctil
Las pantallas están formadas por múltiples capas de vidrio y plástico, pero para que sean "táctiles" se utiliza un material conductor llamado "indio".
El indio responde cuando entra en contacto con otro conductor eléctrico, en este caso el dedo con el que se toca la pantalla, pues el cuerpo está cargado de energía.
Cuando se presiona una pantalla se combina la carga eléctrica, y el dispositivo registra un "evento táctil" y luego solicita una respuesta.
Elementos "raros" en el móvil
Las imágenes, los videos y los textos que se proyectan en el display de los teléfonos inteligentes se muestran gracias al cristal líquido (LCD).
Al igual que en la mayoría de los televisores y monitores, la pantalla LCD de un teléfono utiliza corriente eléctrica para ajustar el color y el brillo de cada píxel.
Estos colores se obtienen, según el reporte de la Universidad de Birmingham, con materiales "raros de la tierra" como el lantano, gadolinio y praseodimio.
Electrónica, el corazón del dispositivo
Las antena, que receptan la señal de Wifi, GPS y Bluetooth, son solo algunas de las herramientas que el dispositivo necesita para funcionar.
Pero los metales hacen que la magia suceda. Por ejemplo, el níquel se utiliza en conexiones eléctricas; el galio se usa en los semiconductores y el tantalio es el componente principal de los microcondensadores, que sirven para filtrar y ajustar la frecuencia.
El poder del níquel
Los materiales con los que se fabrican las carcasas de los dispositivos son múltiples, van desde el plástico, el aluminio, la fibra de carbono y hasta el oro.
Pero la mayoría de las cajas tiene níquel para reducir la interferencia electromagnética de la energía.
Además el níquel se coloca en el diafragma del micrófono, que vibra en respuesta a las ondas sonoras. Mientras que las aleaciones que contienen neodimio, praseodimio y gadolinio se utilizan en los imanes del altavoz y el micrófono.
Lo que mueve las baterías
La mayoría de baterías, por no decir todas, están hechas de litio.
Este material hace que el teléfono se cargue y descargue mediante iones de litio, los cuales se mueven entre los electrodos negativos (ánodo) y positivos (cátodo).